La MINGA, palabra mal contada.
Lendletras_art, (2020,18 de octubre) Nuestra vida es nuestra lucha. Fuerza fuerza, guardia guardia !!! [foto de Instagram]. https://www.instagram.com/p/CGfsC7BlNNS/?igshid=1kq0wcyiq7bok&fbclid=IwAR0iYWQ5go5oLo_l5HKBUWowhp2lNWEjj998Dj75BirZZpJwSFYEuYzTZ3g
Cuantas veces entendemos y comprendemos que nos han contado las cosas de forma errada o en otras palabras de forma manipulada, para nadie es un secreto que la historia, la información y la relación de toda nuestra realidad, se cuenta a favor del pensador del momento, bueno la palabra pensador en este caso, no hace referencia a la persona que propone una buena idea, por el contrario, nos referimos a la persona que controla la opinión de la realidad del momento; para nadie es un secreto que los conceptos son manipulados antes de pasarlos de un emisor a un receptor, así como se evidencia en los medios de comunicación masivos, en la escuela y en la familia misma.
Hoy, en cosas que nos contaron mal, traemos a colación otra bella palabra, que como otras tantas, nos las han contado mal, las manipularon a su conveniencia y, sobre todo, las apropiaron a su necesidad; Es difícil indagar en las diferentes páginas de internet y no encontrar una respuesta a esta palabra, sin identificar la postura negativa sobre esta misma, abrir las redes sociales e identificar miles de posturas a favor y en contra de este movimiento, es importante mencionar , “más malas que buenas”, escuchar la radio y ver la televisión, es peor aún, puesto que se refleja la gran decadencia de la comunicación social, puesto que, estos medios se han convertido más activamente en sala de chismes, en favoritismo político y sobre todo decadencia del pueblo, debemos reconocerlo de una u otra manera hay cosas que nos contaron y nos siguen contando mal.
¿Cuántas cosas te han contado mal y seguimos creyéndolas?, ahora si entremos a lo que nos concierne en este momento, sabemos que hay falencias en la comunicación y más en un contexto social, aclarando que todo lo que se cita en el antropocentrismo es de carácter social y esta no es la excepción. Saliéndonos un poco de los paradigmas de la comunicación social nos encontramos con esta palabra de origen indígena, la Minga, esta palabra a retumbado las calles y caminos del centro de nuestro país, caminando con su pie de lucha y sobre todo colocando la unión de los pueblos nativos, campesinos, afrodescendientes, entre otros, como muestra de fuerza de lucha sobre sus principales pilares “Vida y paz, Territorio, democracia”.
De pronto, al hablar de la Minga podría para muchos resultar un tema político y de poco interés, en otras palabras, aburrido, pero tiene implicaciones bastante importantes. La Minga tiene un trasfondo histórico clave y al escuchar sus peticiones podemos descubrir exigencias muy interesantes y repetitivas a través del tiempo, que nos ayudarían a entender la razón de varias injusticias sociales de esta época que han trascendido desde comienzos de siglo XX que tuvieron que ver con los diferentes motivos de la Violencia en nuestro país: el conflicto armado, testaferro, asesinatos de líderes, el desplazamiento forzado, en fin, falla tras falla de los movimientos políticos que han gobernado en nuestro país. Detrás de la Minga hay varios aspectos que nos enseñan sobre la historia de un país como Colombia, sobre la problemática social y sobre todo una forma de trabajar de manera cooperativa para llegar a un mismo fin.
La Minga palabra que tiene mucho que enseñarnos, si la apropiamos desde su origen, no dejemos que nos cambien tan bello significado, necesitamos como sociedad trabajar juntos y unidos por un mejor vivir, aprendamos a mantenernos en pie firme, así nos dejen una y mil veces la silla vacía, como sucedió con la Minga, en el presente, el pasado y suponemos que en el futuro, el movimiento de la Minga nos invita a pensarnos, sentirnos e incluirnos en la realidad de nuestro país, la realidad de nosotros y sobre todo en la realidad de los que el maestro Eduardo Galeano denomina los nadie.
La Minga sinónimo de resistencia, inspiración y comunidad, esta, nos enseña a transitar por caminos cada vez más humanos y sensibles, que reconozcan la diversidad, aprecien la riqueza y vivan la lucha de un pueblo, que busca ser escuchado, entendido y respetado, por una democracia un poco mal contada, “caminemos la palabra, pero no cualquier palabra DESLINDE” (Rozental, 2009).
Escrito por: Miguel Otalora, Valentina Buitrago y Nadia Vanegas.